viernes, 7 de septiembre de 2007

TITO ESPINAL TIENE 36 AÑOS DANDO PRACTICA DE PELOTA

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Por/Luis Marte

SANTA CRUZ, El Seibo.- Con una delgadez característica, Tito Espinal nunca ha dejado de hablar de Béisbol. Lo hace en todo momento, en todo escenario, porque él vive la pelota.

Si pudiera vivir dentro de una pelota o un bate a lo mejor lo haría, porque lleva ese deporte en las entrañas de su corazón.

De seguro Lorenzo Espinal (Tito) tiene mucho más vocación, talento y amor por la pelota, que muchísimos de los que están en grandes Ligas y tienen millones de dólares, pero nos resignamos a creer que la mano invisible que diseña nuestras vías, asume su dominio y nos empuja a circunstancia que estructuran una vida distinta a la que se aloja en nuestros pensamientos.

No olvida aquel mes de Marzo de 1972 cuando tropezó con Pad Johnson en un juego de exhibición con el equipo de los Dogers de los Angeles. Aquel tropiezo le provocó la lesión en una pierna que lo sacó de Grandes Ligas. Tito estuvo luego en Dayton y despues con los Leones del Escogido, pero su carrera de pelotero profesional había prácticamente terminado ese día y sólo recibió los 2,000 dólares del contrato.

Tito Espinal funda la “Liga Tito” y desde allí ha entrenado a tantos beisbolistas del seibo que el número exacto se le escapa, no así la cantidad que han sido firmados, que la sitúa en 52, exhibiendo en esa lista a Esteban Yan, Héctor Roa, José Valverde y numerosos más.

Además de la Liga Tito, dirige la Unión de Ligas Campesinas, cuyos miembros están en constante actividad en el campo y la ciudad en las categorías de 6 a 17 años de edad.

Espinal es muy pobre de dinero, pero millonario de trabajo, de voluntad y de deseos de ver este deporte en un sitial mas elevado en el seibo. Ha demostrado en medio de esa precariedad, que para trabajar y ayudar a otros, no es necesario el dinero.

Durante 36 años Tito no había ni siquiera logrado tener una casa, pues la había iniciado hace 20 años y los 1,500 que recibía no le alcanzaban para nada, por eso quedará eternamente agradecido del exjefe de la policía Tte. General Bernardo Santana Páez, quien le construyó su casa en Arzobispo Nouel No. 7 de la manicera.

Ahora se siente mas cómodo porque también el dinero que recibía al mes le fue aumentado a 7 mil pesos y aunque no es suficiente, al menos es más que lo anterior.

Pero Espinal necesita que se le dé mantenimiento al Play “que parece un potrero” y que los bates, pelotas y guantes les sean sustituidos, porque están tan deteriorados que no se puede ni practicar con ellos.

Su real felicidad estaría en ver el cambio de las condiciones en las que se práctica el Béisbol en el seibo.




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