Por/ Luis Marte
El Seibo.- Los ayuntamientos son los gobiernos de los municipios. Los municipios están compuestos por la ciudad y las secciones (las secciones están compuestas por parajes).
Según la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), la provincia de El seibo tiene 16 secciones entre las que se distribuyen 249 parajes. El Municipio tiene 11 secciones.
Se deduce sin mayores cálculos que el ayuntamiento de El Seibo debe trabajar tanto en la ciudad como en esos parajes. Trabajar significa, simplificando, que debe construir y reparar caminos vecinales y otras obras importantes según la ley 176-7.
En nuestro caso se da una situación muy particular y es que, somos uno de los pocos municipios del país donde todavía el 64.69% de los ciudadanos vive en el campo (sustentado siempre en el censo), hay 22 mil 489 personas en la ciudad y 41 mil 195 en los campos. Se les pueden agregar unos cientos más en cada caso por las conocidas fallas del censo.
Vista esta distribución de la población y tomando en cuenta que de los mas de 22 mil que estamos registrados en la ciudad, un por ciento importante viaja a la zona rural frecuentemente y para ser justos, tendríamos que decir que el dinero que llega al ayuntamiento se distribuye de una forma muy injusta. Pero la injusticia no solo se verifica cuando se queda casi todo el dinero en la ciudad y casi nada se envía para los campos, también se da, cuando quedándose ese dinero en la ciudad no se invierte en obras para todos los ciudadanos/as, sino que se reparte entre un grupito la mayoría son vagos que no son útiles al desarrollo del seibo).
El ayuntamiento tiene una histórica estructura de arrabalización, inoperancia, corrupción y contrariedad al desarrollo.
Hemos analizado apenas tres memorias (tres pobres memorias), dos de Reynaldo Valera y una de Gerardo Casanova, pudiendo colegir sin mayor esfuerzo que lo que se da en nuestro ayuntamiento es una barbaridad.
Y se pudiera decir que Reynaldo y Casanova son los culpables, pero sería decir una media verdad, porque si fueran los únicos culpables, entonces otros que también han manejado el ayuntamiento, le hubiesen dado un giro al mismo. Es el sistema.
Los ayuntamientos no son para dilapidar el dinero, para gastarlo en personal, para mantener parásitos, para repartirse el botín. Los ayuntamientos son los gobiernos de los municipios y están para gobernar el municipio y gobernar significa poner equilibrio.
Cualquiera no puede creer que desde el año 1997 cuando entró en vigencia la ley 17-97 y hasta hoy, el ayuntamiento haya manejado más de 400 millones de pesos. Es demasiado dinero si tomamos en cuenta que al dar vueltas por la ciudad o por los campo, no nos tropezamos con una obra que cueste si quiera 10 millones de pesos (en 10 años).
Sólo por concepto de la ley 17-97 que hasta octubre del 2003, especializó el 4% del presupuesto nacional a los ayuntamientos, el gobierno municipal recibió.
1997 RD$ 11, 446,923.36
1998 RD$ 4, 368,937.98
1999 RD$ 14, 818,205.19
2000 RD$ 16, 511,086.27
2001 RD$ 24, 332,058.11
2002 RD$ 27, 901,801.10
2003 RD$ 32, 000,000.00
Y a partir de la aplicación de la nueva ley 166-03 que aumentó a 10% (nunca se ha entregado ese porcentaje) del presupuesto de la nación, llegó el dinero al ayuntamiento de El Seibo en la siguiente cantidad y orden.
2004 RD$ 58, 405,294.04
2005 RD$ 71, 698,246.74
2006 RD$ 84, 356,657.88
Cómo debió ser distribuido ese dinero?
Según la ley 17-97(vigente hasta octubre del 2003), en el primer caso se debió destinar hasta un 30% para servicios municipales y gastos operacionales tales como mantenimiento de equipos, de obras y reparaciones y 40% para gastos de capital en obras de desarrollo económico y social de las comunidades urbanas y rurales. Se deduce que un 30% debe ser para gasto en personal.
En la memoria del 17 de agosto del 2000 al 15 de agosto del 2001 se observa una clara violación pues mas del 37% se destina a gasto en personal con unos 9 millones 319 mil 246 pesos con 56 centavos (según memoria), de unos 25 millones 294 mil 937 pesos con 20 centavos recibidos.
Pero la violación más notable y la que mayor daño hace al municipio, es la negación a destinar el 40% a obras de capital para el desarrollo. Un por ciento importante de destina a gastos corrientes y ahí olvida las grandes obras.
Esta ha sido una práctica sin fin. En las memorias del 17 de agosto del 2003 al 15 de agosto del 2004 y en la del 17 de agosto del 2004 al 15 de agosto del 2006 se repite la historia en personal y gastos corrientes se va el mayor porcentaje de los recursos, mientras se juega con el 40% que debería destinarse a obras de inversión.
La ley 166-03 dice claramente en el art. 10, que el 40% es para obras que desarrollen el municipio, que 35% es para gastos corrientes y que el 25% es para personal.
La última memoria sin embargo dice que en gastos de personal y gastos corrientes se fueron 54 millones 695 mil 720 pesos con 38 centavos (65%), pero en el renglón de servicios y obras se colocan conceptos que corresponden a gastos corrientes de acuerdo con la ley.
El monto que reciben los ayuntamientos sigue creciendo, por ejemplo del 97 al 2003 entraron 131 millones, 379 mil con 12 pesos por concepto de la 17-97, pero en los últimos tres años por concepto de esa y la nueva ley han entrado 214 millones 460 mil 198 pesos.
Si usted suma esta cantidad además de los ingresos por diferentes conceptos, como los impuestos acostumbrados, la suma será de 400 millones, una friolera cuyo destino solo se explica en una falta de planificación y en un reparto abusivo de ese dinero.
Cinco cosas para concluir:
1- Los habitantes de todos los municipios del país son muchísimos más que los que viven en santo domingo y si nos vamos a referir a un reparto igualitario, pues el 10% es poca cosa para los ayuntamientos. Hay 148 ayuntamientos en el país.
2- Para el desarrollo, un método que pudiera funcionar mejor sería el inductivo (o sea de lo particular a lo general, que es igual a desarrollar cada municipio con sus planes y proyectos, y es porque cada uno tiene sus condiciones, aunque problemas comunes.
3- Los ayuntamientos estructuralmente no están preparados para administrar esa cantidad de dinero, existe una falta de gerencia y todo se maneja salcochado. En fin no hay criterio mas que el político-partidario.
4-Se necesita despolitizar un poco los cabildos, o sea que años tras año se vaya reduciendo la cuota de nombramientos a los síndicos y regidores. Sé que esto debe hacerse de forma paulatina, pero al final será beneficioso hasta para los que creen que se les hace un daño.
5- En la escogencia del personal de los ayuntamientos debe aplicarse una ley similar a la 14-91 que crea el servicio civil y la carrera administrativa la que está engavetada y que permitiría que el personal de los ayuntamientos sea depurado, y si los partidos quieren negociar, pues que sea un 30% el primer año, un 20% el segundo y un 10% hasta que se elimine el nombramiento antojadizo.
Sería una forma entonces, de empujar a quienes viven del cuento y del “bandereo” a que se preparen. Sería una forma de disminuir el parasitismo, la inutilidad, la vagancia y promover el desarrollo.
Read More...
Summary only...